el buzón opinión

¡Querido finde, llega ya!

11:37Club del Estilo



Hace unos meses escribimos un post sobre lo complicado que resulta el conseguir trabajo, y ahora volvemos para escribir sobre los demonios del trabajo. No es que seamos desagradecidas o que queramos quejarnos de todo, simplemente nos gusta compartir nuestras experiencias porque creemos que pueden ayudarle  a los demás a enfrentar su día a día con un poco más de humor.
Empecemos aclarando que somos las fundadoras y principales promotoras de la campaña No a madrugar, si hay algo que nos molesta es tener que levantarnos temprano (antes de las 10 am). Por ello nuestro primer reto de trabajar es acostumbrarnos a un horario, que implica levantarnos de mal humor todas las mañanas.

Pero la hora de llegada no es nuestro único problema, además resulta que al terminar la etapa de estudios (fiestas, amigos, parciales, más fiestas), debes enfrentarte al terrible destino de pasar más del 80% de tu día en el trabajo, y para la mayoría de nosotros encerrados en una oficina frente a un computador: no hay nada más triste que estar en la oficina y ver que el sol resplandeciente hace que la ciudad esté en un mood chévere, uno que no podemos disfrutar.

Para nosotras ha sido muy complicado entender que debemos pasar el resto de nuestras vidas trabajando 5 días a la semana, 8 horas al día, para llegar cansadas a nuestras casas sin energías, cuando lo único que aguantas son dos episodios de Orange is the New Black, y te levantas a media noche desorientada porque te quedaste dormida sobre el computador.

Por no mencionar la gran cantidad de responsabilidades que debes manejar, lo cual por supuesto al final se traduce en estrés. Y para quienes creen que en el trabajo harás amigos al igual que en el colegio y la universidad, lamentablemente debemos romper su burbuja, pues encontrar personas reales que te brinden una amistad desinteresada es una lotería. Pero como en esas épocas doradas hay de todo: la interesada, la nerd, la envidiosa, el tipo churro, el tipo churro y pilo, el tipo churro pero idiota... Bueno, no hablemos más de churros porque uno va es a trabajar ¿No?

Este cambio tan drástico ha sido algo difícil de asimilar, pero por ahora la terrible rutina se ha convertido en nuestra mayor motivación para trabajar por algo nuestro, por hacer de nuestro trabajo una escalera a nuestros sueños. Y sin duda nuestro blog es uno de esos proyectos que sabemos van a cambiar nuestras vidas.

Para concluir no nos queda más que invitarlos a trabajar por sus sueños y acompañar su rutina con alegría, música y, por supuesto, mucha moda.


Yo, Carolina, escribo en los espaciesitos que me quedan entre las mil cosas que tengo por hacer. 

Yo, Nicole, escribo este post mientras voy de camino a casa ¡Querido finde, llega ya! 

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